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Topic: 2014-06-02 blogdejuanllanos.com: Si un país adoptara una moneda como Bitcoin (Read 513 times)

sr. member
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yo te digo lo que significa y pasaria

para empezar btc cotiza en usd

y la mayoria de las altcoin cotizan en btc, con lo cual entonces todas indirectamente cotizan en usd

cuando un pais o individio crea una cryptomoneda, ESTA IMPRIMIENDO DOLARES

hasta ahora la impresion de DOLARES era monopolio de EEUU

eso ya cambio

por ejemplo un pais crea una moneda digital...automaticamente cotiza en usd, y puede recaudar 100 millones de dolares

si vos regalas esa nueva moneda y la gente la cambia por btc, esta obteniendo dolares de otro pais...

se crea un libre intercambio mundial de nuevas monedas digitales

y entonces EEUU deja de ser la potencia de prestamos y deudas externas

es LA LIBERACION DE EEUU y ese pais puede ir a la bancarrota, porque no es por ahora autosustentable, siempre absorve las riquezas de otros paises

lo que pueda hacer EEUU es comprar todos los btc posibles para dominar el mercado
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http://blogdejuanllanos.com/2014/06/02/si-un-pais-adoptara-una-moneda-como-bitcoin/

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Hace unos meses, una consultora Latinoamericana me pidió comentar sobre el Sucre Digital y el potencial impacto que podría tener la adopción de una moneda digital o criptográfica por parte de un país, como moneda de curso legal.  Nunca se me ocurrió publicar mis superficiales respuestas hasta que Bailey Reutzel, reportera de la publicación American Banker se hizo la misma pregunta (aquí).  Con el entonces inminente lanzamiento de la fallida moneda AuroraCoin en Islandia y la adopción de un clon de bitcoin por la nación indígena Oglala Lakota en los Estados Unidos, parece ser un buen momento para estimular el debate.  Así que aquí van mis dos centavos de contribución que espero generen más y mejores ideas y pensamientos.

Conceptualmente, ¿es bitcoin más una moneda o un sistema de pagos?

Bitcoin es ambos. Además, lo cual es más importante y fundamental, es también un protocolo sobre el cual se pueden construir otras funciones y aplicaciones.  El hecho de que Bitcoin (con B mayúscula) sea múltiples cosas a la vez es lo que causa tanta confusión en la gente.  Bitcoin es un registro o bitácora digital distribuido globalmente y de una alta sofisticación que, en la actualidad, se utiliza más que nada para registrar valor en dólares u otras monedas. De ahí que se lo interprete como una commodity or como una categoría de bien digital con su valor correspondiente expresado en moneda de curso legal.  Ahora, dada su novedad y el potencial de crecimiento del valor de Bitcoin como protocolo de pagos, existe mucha especulación y el valor del bitcoin (con b minúscula) se está moviendo como una montaña rusa.  Y para confundir las cosas un poco más, bitcoin (con b minúscula) también tiene características de una moneda de curso legal, porque se lo puede utilizar como medio de intercambio, aunque todavía no hay consenso sobre si alguna vez podrá comportarse como almacén de valor o como unidad de medida con la estabilidad que teóricamente se espera de las monedas.

¿Es más fácil para un estado-nación establecer el valor de una cripto-moneda que para una institución privada?

No estoy seguro de comprender el significado de “establecer el valor de una cripto-moneda”.  El valor de cada unidad expresado en otras monedas lo establece un mercado abierto.  Ni una nación ni una entidad independiente puede “establecer el valor” de la moneda bitcoin.  Por ahora, al menos.  Si se trata de establecer una cripto-moneda y punto, nada le impide a una nación-estado crear y/o adoptar una cripto-moneda como moneda nacional.  La cuestión es si sería fácil hacerlo.  Me parece que se le haría más difícil a un estado o gobierno establecer y adoptar una cripto-moneda, debido a los altos costos que implicaría cambiar de un sistema a otro.  Es decir, es más simple para un individuo o grupo comenzar a usar Bitcoin como almacén de valor y red de pagos que para una nación entera.

“Bitcoin es un registro o bitácora digital distribuido globalmente y de una alta sofisticación que, en la actualidad, se utiliza más que nada para registrar valor en dólares u otras monedas”.

¿Qué medidas regulatorias deben acompañar a una moneda virtual para que esta tenga legitimidad contra el lavado de dinero y el fraude?

El desafío con las monedas virtuales como Bitcoin es que éstas les dan a un individuo con el equipo adecuado y conexión a internet la facultad de realizar dos funciones que tradicionalmente han sido responsabilidad de intermediarios altamente regulados y controlados: almacenar valor y enviar dinero en cualquier monto a cualquier parte del mundo sin tener que identificarse a sí mismos o a los beneficiarios de sus transferencias.  Obviamente, esto trae aparejados muchos problemas.  Es relativamente fácil obligar a una institución a reducir sus riesgos de lavado de dinero y fraude, pero ¿cómo reglamentar a millones de individuos?  Para que estas nuevas tecnologías tengan legitimidad y sean menos atractivas a los delincuentes financieros, todos los participantes del ecosistema, ya sea cambiadores, procesadores de pagos y proveedores de almacenamiento digital,  deberán adoptar altos estándares de identificación del cliente y cumplir con normas existentes (u otras nuevas).  La instrumentación de controles contra riesgos reales o percibidos tiende a generar confianza en los consumidores y en los organismos de control.  Sin embargo, esto va a llevar bastante tiempo.  Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos estableció a través de una guía interpretativa publicada el 18 de marzo de 2013 que ciertos participantes de la industria de las monedas virtuales son transmisores de dinero y por lo tanto están sujetos a una serie de normas federales que los obligan a conservar registros, establecer programas antilavado e instrumentar protecciones para el consumidor.  Con respecto al fraude, ciertas tipologías con imposibles dada la naturaleza misma de las monedas virtuales y otras necesitan mitigarse mediante medidas de seguridad informática.

¿Quiénes son los organismos del gobieron o sistemas financieros que se oponen a las monedas digitales?

No he escuchado que ningún gobierno o miembro de la industria de servicios financieros se haya opuesto abiertamente a las monedas virtuales [Nótese que respondí este cuestionario a principios de septiembre del 2013], pero no es difícul imaginarse que deben estar preocupados.  Muchas agencias federales y de los estados han expresado públicamente su preocupación frente a los riesgos de lavado de dinero y financiación del terrorismo que las monedas virtuales traen aparejados y han iniciado investigaciones oficiales.  A modo de ejemplo puedo mencionar la orden de cesación y desistimiento (una especie de interdicto prohibitorio) que el estado de California envió a la Fundación Bitcoin hace unos meses [en mayo de 2013] y las citaciones del estado de Nueva York de mediados de 2013 por las que instaba a unas dos docenas de empresas a enviar información detallada sobre sus operaciones y servicios, sus planes comerciales y sus estructuras de control.  Asimismo, la Comisión de Seguridad Nacional del Senado solicitó al Ministerio de Seguridad Nacional explicaciones acerca de qué se está haciendo para mitigar los riesgos de las monedas virtuales.  La Comisión de Comercialización de Futuros para Commodities también ha expresado interés en investigar si los bitcoins, en tanto se los considere como commodities, deberían estar sujetos a la normativa emitida por esta agencia.  Fuera de Estados Unidos las reacciones ante esta nueva moneda han sido de variada índole, pero ninguna especialmente negativa u opositora.  Lo más cercano a una postura opositora ha sido tal vez la reacción del Banco de Tailandia, que según se informó en julio pasado había suspendido el intercambio comercial de bitcoin debido a la ausencia de controles y leyes aplicables.  [Otra vez, ¡perdón por los anacronismos!  Si desean una actualización sobre las reacciones de los gobiernos del mundo ante Bitcoin, pueden consultar mi crypto-cronología o este servicio.]

Ecuador está considerando adoptar el Sucre digital como su nueva moneda, a pesar de que la moneda oficial sucre está extremadamente devaluada.  ¿Qué significaría esto para el Ecuador?

La mera adopción de una moneda digital no protege a ésta de una devaluación.  Lo que hace a Bitcoin anti-inflacionaria es el hecho de que la frecuencia de emisión de estas unidades que se llaman bitcoin está predeterminada en el propio software, al igual que el total de unidades que se pondrán en circulación.  En otras palabras, el “sistema monetario” de bitcoin no se basa en el modelo de reserva fraccionaria, el cual es inherentemente inflacionario.  Si Ecuador adopta una manifestación digital de una moneda emitida bajo un esquema de reserva fraccionaria, la moneda será simplemente eso, una moneda inflacionaria digital.  Lo que sería interesante es ver qué pasaría si Ecuador o cualquier otra nación, en realidad, adoptara el bitcoin u otra moneda digital no-inflacionaria como su moneda de curso legal.

“Si Ecuador adopta una manifestación digital de una moneda emitida bajo un esquema de reserva fraccionaria, la moneda será simplemente eso, una moneda inflacionaria digital”.

Hipotéticamente, ¿podría un Sucre digital bien reglamentado mejorar la economía del Ecuador y de sus socios comerciales?

Depende de qué quiere decir con “bien reglamentado” y con “Sucre digital”.  Me atrevería a decir que la adopción de una moneda digital no-inflacionaria, es decir, no una manifestación digital de una moneda de reserva fraccionaria existente, podría cambiar completamente las reglas del juego y constituir un factor más en la estabilización de una economía deteriorada.  Sin embargo, sería simplista pensar que solo naturaleza de la moneda es lo que contribuye a mejorar la economía de un país.  En una economía moderna existe una multitud de factores micro y macroeconómicos, todos interconectados.

¿Qué podrían perder el Ecuador y los países del ALBA al adoptar una cripto-moneda?

Esto puede sonar gracioso pero lo que un país podría llegar a perder al adoptar una cripto-moneda como bitcoin, es decir, una moneda diseñada para no ser inflacionaria, es la capacidad de manipular el sistema monetario para el beneficio propio de un gobierno.  Los sistemas de reserva fraccionaria les permiten a los gobiernos regular indicadores macro-económicos de manera similar a como una válvula regula la evacuación de vapor, por ejemplo.  Sin embargo, ahí yace el problema –unos pocos tienen el poder de controlar a los muchos y, si no se actúa de manera responsable, las consecuencias de corto y largo plazo para la mayoría de la gente pueden ser desastrosas.  Una cripto-moneda como bitcoin quita de en medio incluso a las autoridades monetarias centrales y le entrega al mercado la facultad de regular la moneda.  Por otra parte, si un gobierno controlara centralmente una moneda digital, no sería descabellado imaginar que éste pudiera lograr un altísimo porcentaje de recolección fiscal o de cumplimiento de las obligaciones contractuales.  Una plataforma digital como Bitcoin es una poderosa herramienta cuyo valor trasciende lo meramente económico.

Las relaciones económicas de Ecuador con Irán ponen en tela de juicio las prácticas bancarias.  Con el Sucre digital, Irán podría teóricamente acceder al sistema financiero mundial a través de una única localidad.  ¿Cree que esto podría perjudicar o fortalecer la economía ecuatoriana, tal vez en términos ilícitos?

Esa sí es una proposición interesante: ¿qué pasaría si dos o más naciones adoptaran la misma cripto-moneda y comenzaran a crea un “universo económico paralelo”?  Aquí se puede empezar a ver el poder potencial de las cripto-monedas de desafiar la hegemonía de Estados Unidos como nación más poderosa del mundo.  Esto provocaría desplazamientos tectónicos geopolíticos cuyo impacto es difícil imaginar.  Otra vez, la razón por la que le es posible hoy a Estados Unidos exigir el cumplimiento de sus embargos y sanciones (Cuba, Irán, Corea del norte, etc.) es que los intermediarios financieros son relativamente escasos.  Si una nación adoptara una moneda digital que esté conectada con el sistema financiero solo en las fronteras, es decir, en los puntos de traducción de las monedas, nada impiría a esa nación transar con quienes se le ocurriera dentro de su propio universo digital.  Si esto perjudicaría o fortalecería la economía de una nación está más allá de mis facultades predictivas, pero no me cuesta imaginar que las reglas del juego tal como hoy las conocemos serían diferentes.  Y sí, el potencial de movimientos ilícitos de fondos existe.  Cada transacción que alguna vez haya existido queda resgistrada en la bitácora pública de Bitcoin, lo cual lo hace muy poco atractivo para los delincuentes financieros individuales, pero ¿qué pasaría si es un gobierno el que controla esa bitácora pública?

“Lo que un país podría llegar a perder al adoptar una cripto-moneda como bitcoin, es decir, una moneda diseñada para no ser inflacionaria, es la capacidad de manipular el sistema monetario para el beneficio propio de un gobierno”.

¿Qué podrían esperar Estados Unidos y Europa con el lanzamiento de una moneda virtual de Ecuador y el ALBA, dado el antagonismo de esta alianza frente a los EE.UU. y al resto del mundo financiero?

Me imagino que cualquier amenaza contra el actual equilibrio de poder no pasaría inadvertida frente a quienes ejercen hoy el poder real y sería ingenuo pensar que no habría oposición a ese evento.

¿Cree que el Sucre del futuro podría convertirse en el equivalente latinoamericano de lo que el euro es para Europa?

Pienso que la aparición de monedas digitales criptográficas descentralizadas va a desafiar todos los paradigmas actuales en el mundo de las finanzas, los pagos, el dinero y el derecho contractual.  No podría predecir que el Sucre se vaya a convertir en el Euro de latinoamérica, pero veo claramente un futuro en el que lo vertical se va a ir haciendo cada vez más horizontal y lo central, cada vez más periférico, donde la responsabilidad personal y la libertad van a tener la oportunidad de reinar como nunca antes en la historia.
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