Los especuladores de las grandes ligas estadounidenses muy poco les importa la ideología detrás del nacimiento de Bitcoin, pero han quedado impactados con el rendimiento del mismo en especial desde el año pasado y si ponemos la avaricia como factor determinante, no me extraña que ahora ellos no quieran dejar que unos cripto-aficionados y frikis de ordenador sean los que más desfruten de la fiesta, ellos quieren su parte.
Ya luego están los inversionistas más pequeños que a parte de tener una expentativa de crecimiento monetario, tienen conciencia de los ideales, practican la auto-custodía y fomentan la educación como herramienta fundamental. No digo que sean la mayoría, pero si algo me aprendido es que unos satoshis valen más que todas las shitcoins de comida del mundo, la calidad importa.
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Todo y que describe multitud de aspectos que pueden afectar al precio (de manera negativa en general), en su lectura en diagonal sólo me ha faltado ver la caída de un meteorito como una posible causa …
Algunos potenciales influencers en negativo del precio que indica: venta de los bitcoins minados (900/día), reclamaciones derivadas de la propiedad intelectual (ya vemos por dónde van los tiros), interrupción de internet, etc.
Es cierto que muchos de los factores que citan en el prospecto pueden afectar el precio, y tiene su lógica realizar un ejercicio de inventariado de los mismos. Quizás cada aspecto citado debería tener un indicativo de probabilidad asociado, aunque fuese con una escala representada por textos o colores (y ya puestos, incluimos el meteorito ...).
Tienen que lavarse las menos legalmente para dejar en claro que los futuros son poco más que un casino para los inexpertos.
Por cierto, la parte de reclamaciones derivadas de la propiedad intelectual seguramente hizo a nuestro amigo Faketoshi público número uno sentirse eludido. Si fuese el dejaría de molestar con vacios legales y me dedicaría a hacer Satoshi Vision una criptomoneda digna de competir con proyectos más instaurados.
Los brokers venden riesgo como mercancia a sus clientes, como buen camello, ellos no consumen su producto. Viven de las comisiones como todo buen intermediario. Solo quieren decir "te lo dije" en caso de que alguien toque su puerta al ver perdidas catastróficas por jugar al casino con contratos de futuros.