Ese escenario sería así, pero no todos los mineros estaban a la vez trabajando sobre el margen de operación. En un instante dado habrá mineros trabajando a pérdida, algunos en el límite de la rentabilidad, y otros con equipos más eficientes que la media o con acceso a fuentes de energía barata, estarán trabajando con un margen importante frente al costo de comprarlos, de modo que la caída a la mitad del precio lo que hará será expulsar del mercado a los mineros menos eficientes, pero nunca a todos. Si la caída en el precio expulsa a la mitad de los mineros (estrictamente la mitad de la potencia de cómputo), la siguiente corrección de la dificultad llevaría 20 minutos por bloque, como tú bien dices, y se alargaría hasta un mes dicha situación (el doble de los 14 días de media que requiere la red para autoajustarse), a partir de dicho mes (2016 bloques a 20 minutos por bloque) la dificultad se reduciría a la mitad y se volverían a encontrar bloques cada 10 minutos.
Puesto que la dificultad va a acabar cayendo tarde o temprano, cierto grupo de mineros volverá a sumarse a la red tras la reducción de la misma o en el caso de una subida en el precio de la moneda. Si los bloques requiriesen de cuatro veces más tiempo para minarse que en la situación original, dicha situación se alargará cuatro veces más en el tiempo, después se reajustará la dificultad. De todos modos, siempre habrá mineros que no apagarán sus equipos porque sus costes de explotación son casi nulos (acceso a fuentes de energía renovables) tras haber realizado la inversión inicial y cualquier caída en la dificultad que se alargue en el tiempo es el mejor escenario posible para éstos, de modo que por mucho que tarden, siempre (salvo desplome total del precio) acabarán encontrando los siguientes 2016 bloques. También hay que tener en cuenta que si los bloques se alargaran mucho en el tiempo incluirán más transacciones que los bloques de 10 minutos, con sus correspondientes comisiones por transacción, lo que también haría aumentar el premio por bloque retroalimentando así positivamente dicho factor el aumento de la potencia de cómputo de la red.