No sé si escribir una historia de niños para niños; de niños para adultos o de adultos para niños. Pero lo que si estoy seguro es que esta es una historia de niños. En ella quiero hablar al menos de un niño y para un niño. Y seguramente usted estimado lector es ya un adulto, pero le pido la cortesía de invocar ese niño interior, ese que siempre se resistió a crecer con toda la fuerza de su inocencia. Pero que por los motivos externos de la vida, debió crecer al menos por fuera, hacerse más duro al menos en apariencia, aunque en el fondo sabe que dentro aún le palpita el corazón tierno de ese niño que hacia de todo por comer una barra más de chocolate en cualquier momento del día.
¡Ah! y porque en esta historia también habrá mucho chocolate. Y no importa si tienes unos kilitos de más o estas padeciendo de un poquito de diabetes. En esta historia solo habrá chocolate del bueno. Chocolate y algo de literatura.
"Y cautivado por esas formas oscuras pero suaves tomo con sus pequeños dedos uno de esos dedos. El primer tacto fue liso, pero poco a poco se volvía húmedo y cálido: experimento en carne propia lo que era derretirse de deseo. Así cayo en cuenta que esos dedos estaban mejor en su boca y no en sus cálidas manos. Cuando el dedo extendió su magia por la lengua e inundo la boca abandono este mundo".
Esta es la historia de un niño de 5 años que después de esa experiencia al probar el chocolate decidió ser chocolatero para rendirle honor a esa emoción por el resto de su vida. Este niño hoy tiene 52 años y es una persona extraordinaria, además de un padre, abuelo, suegro, esposo y amigo como no hay en el universo conocido. Quisiera dedicarle hoy estas líneas.
El doctor Silvio Bessone ha sido nombrado innumerable veces como el Mejor "Chocolatero del Mundo", varias veces este honor le ha llegado por eventos oficiales, pero el resto de las veces que convierten el vocerío en un océano de murmullos (ahogados en el placer de probar una de sus delicateses) proviene de las personas que han comido uno de sus chocolates, además de aquellos quienes conocen su historia. Delante de él y su obra no se puede llegar a otra conclusión: él es el mejor chocolatiere del mundo.
Por una fuerza misteriosa el camino del Dr. Silvio y el mio se han cruzado. Hoy día estoy trabajando como Project Manager para la "Fine Cocoa Research Institute", institución con sede en América en la cual el Dr. Bessone ocupa el cargo de CTO.
El proyecto que estamos llevando adelante tiene como nombre "Block-to-Bar", con él estamos encontrando maneras de garantizarle al consumidor la mejor experiencia posible con el producto final.
¿Y los niños que tienen que ver en todo esto del block-to-bar? ¡Pues todo! Siempre pienso el lo difícil y delicado de la condición de ser niño, pues los mantenemos a una falsa distancia de un problema que tarde o temprano van a tener que encarar; lo poco bien que está hecho el mundo de los adultos.
¿Por qué un falsa distancia? pues porque nosotros mismos como adultos negamos la cruda y dolorosa realidad, quizás para anestesiarnos o quizás para no atormentarnos con lo que nos han dicho (desde pequeños)que no podemos cambiar. Y actuando de esta manera exponemos a nuestros pequeños a ser pequeños actores del status quo actual del mundo. Un ejemplo perfecto lo podemos ver en el mundo del chocolate.
Es un hecho publico y notorio que en la fabricación de cualquier barra de chocolate existe una deshumanizada explotación con fines comerciales. El 85% del chocolate del mundo se produce con cacao africano. En los últimos anos se ha documentado muy bien que en extensas áreas de cultivo del cacao hay niños africanos trabajando en condiciones de esclavitud. Cada ano mueren una cantidad indefinida de niños quienes son asesinados para lo pagarles el dinero que ganan recolectando el cacao. Esta es una situación que conocen muy bien las grandes empresas chocolateras, pero se desvinculan e ignoran el problema por múltiples razones.
Lamentablemente hoy si un niño prueba por primera vez un chocolate conociendo completamente su historia no perderá el conocimiento por su sabor sino por el horror detrás de la historia.
Yo vivo con una imagen fija, cuando imagino a un niño disfrutando de un chocolate me lo imagino estar devorando inconscientemente la sangre y la carne de otro niño.
Desde hace mucho tiempo que he querido trabajar en un proyecto para ayudar a cambiar esta situación. Hoy en día junto con el Dr. Silvio Bessone este deseo se está transformando en una realidad con un proyecto de nombre "Block-to-Bar".
Personalmente si no somos la generación que cambiará el mundo debemos darle a los niños todas las herramientas necesarias para lograrlo y el Block-to-Bar será el motor de ese empoderamiento y ese cambio.
¡Qué los niños participen en el Block-to-Bar con lo mejor que tienen! Inocencia, pasión y mucha imaginación.
Al principio les comenté que habría mucha literatura y chocolate del bueno en esta historia y eso es justamente lo que verán con el movimiento Block-to-Bar.
Los invito a mantenerse sintonizados con este proyecto para darle a ese niño el futuro y el chocolate que merece.
Si están interesados en participar no duden en escribirme a
[email protected]Gracias por tu atención.