Aquí entra en juego la capacidad jurisdiccional que tenga cada acceso a cada Exchange, que podrá estar supeditado a la justicia de ciertos países si y otros no. Lo que vemos en los dos casos reportados en este hilo, es que las peticiones no son puntuales sobre un usuario determinado, sino segmentadas por criterios de volumen transaccionado, y extendidas en el tiempo (histórico de años).
Hasta ahora, los mayores chivatos eran los bancos, y seguirán siéndolo en la medida que son la puerta de conversión fiat/cripto/fiat, pero debemos tener presente los Exchanges e incluso los comercios, dado que estos últimos también pueden ser requeridos desvelar detalles de sus transaccionantes.