El problema es que como nadie quiere quebrar, la deuda crece sin control.
Ese "movimiento" del que hablas me recuerda al juego de las sillas musicales, sólo que al final, a base de generar deuda, la música no puede parar porque hay demasiados niños que se quedarían sin silla.
El problema no es no querer quebrar. Nadie quiere quebrar, pero si estás en quiebra estás en quiebra por mucho que no quieras. El problema es que el gobierno regula el sistema bancario y crea oligopolios con mega-corporaciones bancarias que como quiebren se cae todo patas abajo. Si no hubieran regulaciones habría menos concentración bancaria y menos riesgo en sus operaciones con lo cual las quiebras se gestionarían naturalmente. Pero con los monstruos que ha creado el sistema regulatorio, como caiga alguno de los grandes se lía gorda. Y así acabamos pagando nosotros vía impuestos.
Lo de "querer" era un eufemismo , y coincido con todo lo que dices.