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Ya veo que figura en la página 78 del documento. Citan que un impuesto del 30% (10% el primer año, 20%el segundo, y 30% del tercero en adelante) sobre el coste energético para los mineros podría reducir su actividad minera, en aras de una mejora en el impacto ambiental y "otros daños" no especificados.
Con la propuesta, según consta en la página 213, esperarían recabar 74M $ en el 2024, 199M $ en el 2025, 327M $ en el 2026, y así hasta los 444 M $ en el 2033.
La cifra es apenas nada dentro del marco del presupuesto general, y en cambio, de proceder (que intuyo que no, pero a saber), probablemente se cargue la industria minera en EEUU. No parece una idea demasiado inteligente.
Ya puestos, podrían mirar por el impacto ambiental de los centros comerciales, entidades bancarias, aeropuertos, hospitales, y demás, que con el aire acondicionado tendrán su impacto ambiental por derivación, y tasarles a ellos el coste energético. Así, todos contentos…
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Cierto, todo es relativo al momento que uno mire, lo cual no quita que mi referente habitual comparativo, aun viendo la existencia de múltiple escenarios históricos, sea el del ATH del 2017.