Las nuevas tecnologías han influenciado en gran manera el mundo entero y los sistemas económicos no son la excepción. Por ello ha surgido un sistema innovador para el manejo del dinero, desde su obtención hasta su distribución o liquidez.
Se trata de un sistema de efectivo electrónico con mayor alcance conocido como criptomoneda o moneda virtual, que ofrece mayor seguridad al público debido a que no es controlado por ningún Estado, banco o entidad financiera. Una de las criptomonedas más conocidas es el Bitcoin.
El bitcoin fue la primera criptomoneda creada en el mundo y funciona como un sistema de pagos basado en archivos de computador. Es un mecanismo a través del cual pueden hacerse transacciones como pagos de bienes y de servicios por internet. En sus inicios su valor era de centavos de dólar pero hoy en día el valor de cada Bitcoin supera los siete mil dólares.
Esta criptomoneda ha tenido un desarrollo masivo a nivel mundial y Latinoamérica no se queda atrás: Buenos Aires es la capital que cuenta con más negocios favorecidos gracias al Bitcoin, seguido de São Paulo, Ciudad de México y Bogotá. Nuestro país empieza a incursionar en este mercado con la primera criptomoneda de origen venezolano: Onix.
El proyecto Onix busca impulsar una plataforma que brinde privacidad, seguridad, bajas comisiones, operaciones persona a persona (peer-to-peer), globalización y respuesta instantánea, potenciando lo que la compañía llama “la nueva era financiera”. Todas estas operaciones están manejadas por medio de su propia criptomoneda, el Onix Coin.
El objetivo es llevar herramientas financieras a la mano de todos los venezolanos y latinoamericanos, para que cualquier usuario pueda acceder a transferencias internacionales, créditos ilimitados o mercadeo de divisas sin la necesidad de realizar complejos papeleos ni llenar innumerables requisitos. Es un proyecto enfocado al mercado emergente con personas de poco historial financiero; como profesionales recién graduados, estudiantes y emprendedores.
“La criptomoneda (Onix) nos aporta muchos beneficios; los ciudadanos pueden “minarla” con su computadora de casa o equipos especializados, pueden comprarla con dinero fíat, la posibilidad de aceptarla como garantía en la plataforma de préstamos y la blockchain nos permite desarrollar la plataforma y llevar contabilidad transparente de las operaciones, además de los beneficios de la rapidez y economía en las transacciones”, explicó Ángel Salazar, cofundador del proyecto Onix.
A su vez, la blockchain de origen venezolano también se enfocará en generar riqueza por medio del mercadeo y mejora de los canales financieros, entre los que se cuentan: las tarjetas de créditos, las pasarelas de pago, los monederos fríos y calientes de criptomonedas, así como el intercambio entre monedas digitales; conectando a los usuarios no sólo con el mercado de las monedas criptográficas sino con la economía mundial. Además el Onix se podrá intercambiar por monedas de otros países y actuar como método de pago internacional en combinación con plataformas como Visa o MasterCard.
“Las criptomonedas podrían desatar una verdadera revolución en Venezuela que impulse cambios no solo en el sector bancario sino también en la gobernanza y las libertades económicas de sus ciudadanos”, afirma Pablo Pérez, CEO y cofundador del proyecto Onix