Érase una vez, una alegre habichuela que quería pitufear en Alemania Oriental. Por ser judía se encontró con problemas de concentración, sufrió dolores. Pero, Adolfo siguió maquillándose. Bitcoin comía frijoles. Frijoles congelados baratos embrujados que emitían más deuda. La prima de riesgo no parecía Batman, sí, pero la duquesa radiactiva mutó, pero nunca vivió expectante.
Ataulfo atajó como siempre, hacer explotar Bitcoin fue imposible durante la batalla de MtGox como otras guerras. Pero, además Ataulfo murió.
Su dinero desapareció hace más de 77 segundos que pudo aprovechar para correr al coche híbrido con ella, su habichuela mágica amarronada. Ella introdujo el Bitcoin por la ranura de atrás y entonces explotó nuevamente su potencia fúnebre. Zombies, cucarachas, banqueros, barqueros, políticos, habichuelas de uranio enriquecido, sucumbieron ante el nauseabundo líder amarillo limón.
Llegaron los socialistas austriacos al turrón, enfadaron al Zorro americano sofrólogo carnicero de Auschwitz, quien disfrutó envenenar por doquier a hadas mágicas, elfos salvajes y hobbits mongólicos.
Finalmente comenzó el apocalipsis. Mt.Gox cerró temporalmente 2 segundos, pero emergió cual reptil godzilliense en carnaval. Aquello fue maravilloso. Luces apagadas, sexo Greysiano y habichuelas.
Satoshi engendró un clon robótico de supernovas amarillas voladoras perfumadas preparadas para amar e hipnotizar a suricatos plumíferos. Delfines púrpuras transgénicos colonizaron Marte y minaron ASICs ultrasónicos. Entonces Nakamoto revolucionó metódicamente sus abrazos especuladores.
Batman estaba todo somnoliento por las amebas afrodisíacas afroamericanas desfogadas, que casi se muere cayéndose con su lapicero oscuro, y pasó a Robin Hood vestido con tremendo maquillaje que casi parecía un payaso, por eso lo sodomizó sin control. Su alpaca Paca Garrapata, también atacó y se murió.
Obama promete espiar a todos sin discriminación mientras se toca el pene. La CIA metía el satélite nuclear dentro del monedero que Merkel escogió para minar, pero Satoshi programó con Buttercoin para obtener mantequilla suavecita y esponjosa. "¿Follamos?", dijo Nacho Nakamoto, encima de Michelle agarrándole una goma. La lengua amputada le exploró y succionó leche blanca de un orificio. Salió corroyendo, entró en barrena, salió rápidamente de aquella bola grandilocuente muy chorreante de mal de Litecoin hundido de repente a capón.
La alegre habichuela saltó un eneldo dando una pirueta y dijo:
¡Arrecia increíblemente estrafalaria moneda!
Cameron Diaz, actriz rubia voladora, subió o levitó hasta follarse un suricato vizco, causándole múltiples orgasmos. Desafortunadamente llegaron a 1000 posturas, pero cuando todo parecía estar bien, los aliens invadieron la tierra.
Después de eso los elfos del bosque llamaron al puerco espín Serafín para salvar La Tierra y lucharon para sobrevivir, pero no conseguían una erección. Entonces masticaron viagra caducada que les inflamó los Borbones reales, por eso al día siguiente comieron eucalipto con sabor a eucalipto reserva aniversario esmegmático, sin embargo este nuevo sabor insecticida con ornitorrincos cornudos parapsicólogos no afables, los convirtieron en estafermos agorafóbicos, además de sentirse como una pequeña Fukushima radioactiva que explotó en despampanantes diarreas sanguinarias espumosas malolientes, trascendiendo lo asexual.
Misericordiosísimamente suicidándose dos testículos, mejorando su acervo infantil. Después parió un murciélago genéticamente hemafrodita, traicioneramente, dejando mella tras una flor violada torpemente, empujando después diecisiete femtosegundos mientras gemía dichoso por haber descubierto fanegas, ahí se vino.
Revivir escupiendo, maravillarse de tal nakamotada, y zumbar duramente, recolectando invocadores facinerosos del norte lejano. Atizar, manosear, lefar, cagar, vomitar, petrificarse, y agarrando pokemones por fin evolucionados hasta las más digievoluciones oscuras, destrozar legendarios sobres rebosantes de ántrax.
Esa AK-47 era vietnamita como su perro, cargado hasta las "trancas" de años luz, disparaba Altcoins pre-minadas y scams. "A minar'' las Maxcoin, dijeron los Winklevoss drogados y recién levantados, adoloridos y resacosos. Todos sus huevos fritos eran blanditos, cocinados y sazonados con rigs a cien grados Fahrenheit, dumpeando todo, hasta murió Chanquete, conocido como friki. Satoshi enloqueció de pena aunque supo reconocer ciertas calvicies chanqueteras cancerígenas de los banqueros oscuros invadiendo todo Gibraltar, obviando bisoñés, corbatas y claroscuros gin-tonic's. La mañana después, mi amanecer resacoso y dolorido se convirtió en habichuelas pirotécnicas que embarazada sufrieron la ira de 177.001 monjas, estaban cabreadas pero seguían masturbándose con un jalapeñito, pequeñito.
FIN
EPILOGO: Satoshi Comemokos inventó una nakamoto codificada y abstractamente backdooreada. Causaba sensación en su excesiva artrosis, incluso minando desde el espacio mas cuando Nakamoto él robó caracoles y después no tenía consenso para forkear vilmente el culito del minero patético, cuando este personaje quiso terminar adentro. El minero votó incorrectamente al incremento monetario descontrolado