Hola amigos de fatigas, ayer fue el peor día de mi vida, los compañeros no se lo creían, las compañeras llorando a lágrima viva, y el movil todo el día echando humo. Así, sin avisar, en vena, tras 24 años de trabajo. Diez minutos de conversación y gracias por los servicios prestados, pero lamentamos informarle que bla, bla, bla. Y pensar que la noche anterior me había quedado hasta las tantas y encima había ido pronto a la oficina para adelantar faena.
Sé que no viene al caso, que éste foro es para hablar de otras cosas, pero al final todo está relacionado, y el aleteo de una mariposa puede causar un tsunami en la otra parte del mundo. Ésta vez me ha tocado a mi, igual que le puede pasar a cualquiera, es algo que se oye mucho, pero yo quisiera; ya que lo vivo en mis propias carnes haceros ver que es real, y que a veces toca. Las probabilidades de que te toque, igual que la lotería, no son de una entre millones si no que tienes las mismas probabilidades que al que sale premiado.
Por eso quería estar preparado, con bitcoins, con ahorros etc. lo que uno no sabe es que por mucho que uno se prepare, el tsunami te pasa por encima, deja su huella y viene sin avisar.
Me han quitado las ganas de volver a trabajar para alguien, a grandes males grandes remedios, y voy a montar un negocio por mi cuenta. No será ni el primero, ni el segundo ni fácil, pero pase lo que pase dependerá única y exclusivamente de mi esfuerzo, y por lo menos no contribuiré a ese nuevo orden mundial que se quiere imponer donde todo vale y en un momento dado, nada cuenta. Por que de eso se trata, de convertir los ciudadanos en esclavos. Puestos a soñar y a pedir, hagámoslo en grande, y bien que se lo han tomado al pie de la letra.
Antes si tenías un esclavo estabas obligado a darle cobijo y comida, hoy en día ya ni eso.
Lo siento por el ladrillo, pero se lo tenía que contar a un amigo y aquí me he sentido como en casa.
Un abrazo.
Estimado colega, aunque no te conozco, estos hechos son los que conmueven y no puede más que solidarizarse.
Todo empleado sabe que entrega mucho, es una gran parte de su vida en esfuerzo, tiempo y ganas (a veces me ha tocado ir a trabajar enfermo, con fiebre, madrugando o preocupado hasta altas horas de la noche para resolver situaciones ajenas) y son muy pocos los casos en donde esto es reconocido en justa medida a lo que se entregó.
Pero bueno, a veces estas situaciones nos ayudan a tomar conciencia y es un empujoncito para arrancar, toda crisis se puede tomar como fracaso o como OPORTUNIDAD.
Yo tengo el caso cercano de mi tío, cuyo despegue económico en su vida se produjo luego de un despido como el tuyo, alrededor de los 40 años!
Al poco tiempo de comenzar a trabajar por su cuenta hizo fortuna, nunca se hubiera dado si seguía trabajando para los demás, y hasta el final de su vida cada vez que hablábamos agradecía al destino ese despido.
Fuerza y adelante, a veces necesitamos un "empujoncito" para tirarnos a la pileta.
Un abrazo grande
David