Fuente: Criptonoticias
Existe en Bitcoin un potencial vector de ataque relacionado con el pago de tarifas (las comisiones que reciben los mineros por validar las transacciones).
En resumen, la forma en que las tarifas se pagan en transacciones SegWit (direcciones que comienzan con «bc1») y P2SH (direcciones que comienzan con 3), hace que no exista un tamaño de tarifa especificado explícitamente por un campo de metadatos. Por el contrario, se infiere la tarifa de los datos de la transacción.
Explica Trezor, firma especializada en fabricación de monederos hardware para Bitcoin, que esto añade una vulnerabilidad en la red. Un atacante podría engañar a un usuario para que gaste una cantidad de BTC anormalmente alta en tarifas durante una transacción. Lo peor de todo, esto pasaría sin que el usuario note lo que ocurre… hasta que sea demasiado tarde para cancelar la operación.
Vale aclarar que esta vulnerabilidad —si no se utiliza Taproot— puede ser prevenida por el propio monedero. Algunos requieren que la transacción anterior verifique el saldo real de UTXO. Así se evita que un atacante afirme que ese saldo es más bajo de lo que realmente es.