El proyecto de recuperación de cuentas durmientes creadas en las etapas iniciales de Bitcoin y perdidas por diversos motivos me parece muy interesante como para no abandonarlo del todo. No obstante, es obvio que, por el momento, tiene muchas lagunas no solo técnicas sino, lo que es más importante, éticas.
Creo que las personas que están promoviendo esto tienen que repensar bien cómo encauzar esto: me parece lícito actuar como una especie de recuperador de tesoros, por así decirlo, como existen en el mundo offline. Hay gente que se dedica a buscar galeones sumergidos en el agua con la esperanza de encontrar monedas de oro o plata. Pero todo esto está regulado (otra cosa es que algunos sinvergüenzas hagan lo que les dé la gana). Los tesoros que se recuperan de las profundidades se reparten en la proporción que establece la ley entre los rescatadores y los territorios en donde se han encontrado. En el caso que nos ocupa, de las cuentas extraviadas con Bitcoin, supongo que habría que estar muy seguro de que esas cuentas han sido perdidas efectivamente, y no que están inactivas porque así lo ha decidido su dueño. Y eso, hoy por hoy, yo al menos no sé como se puede establecer. De lo contrario este proyecto no es más que un acto de piratería.
Mientras no se puede garantizar de algún modo que una cuenta se ha perdido de verdad y que su legítimo dueño no tiene acceso a ella, este proyecto no lo veo viable y quizás, como apuntan algunos ya en este hilo, está más cerca de la delincuencia. Antes de llevarlo a cabo, este proyecto hay que repensarlo seriamente.
Con la tecnología actual es imposible descrifrar una clave privada, por ese lado los poseedores de bitcoin pueden dormir tranquilos de momento. Está claro que en el futuro con la llegada de los ordenadores cuanticos ( intel ya ha sacado un procesador de 49 qubits) que alcancen la capacidad de calculo suficiente, podría ser posible descifrarlas, pero seguramente para esas fechas ya nos habremos padado al bitcoin cuantico: el Qbitcoin.
Por otro lado el tema ético es importante, a fin de cuentas se trata de apropiarse de algo sin saber si tiene dueño o no. Para mi la solución sería utilizar esta idea unicamente para recuperar los fondos de las cuentas a las que los dueños han perdido el acceso, crear una base de datos o web ( basada en la tecnología blockchain por supuesto) en la que si alguien pierde sus claves pueda insertar su clave publica y centrar el esfuerzo sólo en descifrar esas claves. Si se consiguiera encontrar la clave privada, se repartiría el contenido. Aún así sería imposible saber si las direcciones que se incluyan pertenecen a quien las incluye, por lo que realmente no creo que haya una solución ética a este problema.