Autor:
GazetaBitcoinHilo original:
Governs try to limit access of public to information and freedom since ages
La clase de Historia de hoy es la secuela de estos otros posts de GazetaBitcoin:
1,
2 y
3.
Los Gobiernos no quieren que el público tenga acceso a la información y se esfuerzan por impedirlo desde tiempos inmemoriales. El ejemplo más conocido es el de la invención de la imprenta, en 1448, que representó un gran paso adelante en lo que al acceso a la información y a la libertad respecta. Después de que el invento de Gutenberg se popularizara, el Gobierno ya no pudo limitar el acceso de la ciudadanía a la información, pues los escritos, los libros y manuscritos pudieron traducirse en diferentes idiomas y difundirse por diferentes culturas.
La descentralización comenzó ese año. En 1517, las 95 tesis escritas por Martín Lutero se imprimieron por millares y se tradujeron en varios idiomas, y sus palabras resonaron por todo el continente. Como consecuencia de sus acciones, fue excomulgado por la Iglesia. Pero sin él y sin la imprenta, lo más probable hubiera sido que la reforma protestante hubiese resultado fallida.
Quien controla la información tiene el poder y, en general, la información es controlada por las élites - gobiernos, agencias y autoridades. O la Iglesia, como sucedió en el caso de Lutero. Y nunca quieren que el público tenga acceso a la misma, porque supondría una pérdida de su poder.
Volvamos a la era moderna, pero todavía a años atrás. Los tiempos de los Cypherpunks. John Gilmore, uno de ellos, tuvo una vendetta personal contra la NSA. ¿O quizás debería decir mejor que la NSA tuvo una vendetta personal contra él? Una de las victorias más reseñables de la información contra la opresión sucedió cuando en 1989 Gilmore publicó un documento secreto. El autor del documento trabajaba para Xerox y la NSA le pidió expresamente a Xerox que destruyera el documento. John Gilmore se resistió a esta censura y publicó el documento en Internet. Por supuesto, se descargaron rápidamente miles de copias, y comenzó la guerra entre Gilmore y la NSA.
En 1992 tuvo lugar otra gran batalla entre John Gilmore y la NSA. Por razones obvias (relacionadas con la censura de la libre información), los manuscritos de William Friedman -considerado el abuelo de la criptografía en EEUU- fueron clasificados, aunque fueron escritos en los tiempos de la 2ª Guerra Mundial. Gilmore se muestra disconforme de nuevo, pues considera que el trabajo de Friedman debería estar disponible para todo aquél que estuviera interesado. Así que llevó a la NSA a los Tribunales basando sus pretensiones en desclasificar los libros con una Ley de Libertad de la Información. Por supuesto, la NSA no respondió a su petición, por lo que todo tuvo que tratarse en el juicio. Posteriormente, consiguió encontrar los libros de Friedman en una biblioteca pública. Durante el juicio se le informó que a menos que le diera los libros al Gobierno, se le acusaría de espionaje lo que le supondría una pena de prisión de 10 años, por estar en posesión de material clasificado. La NSA no se paró aquí. La agencia trató de encontrar otros materiales "sensibles" en varios espacios públicos. Gilmore informó al tribunal de que lo que había encontrado ya era público, pues los libros estaban en una biblioteca pública, y al mismo tiempo dedicó hablar con la prensa sobre el caso. Poco después, los libros fueron impresos por
Aegean Park Press.
El caso de Gilmore se hizo público y desde ese momento el Gobierno retrocedió. Los cargos no prosperaron y los manuscritos fueron desclasificados. John Gilmore ganó. La gente también ganó, pues
la información pública siguió estando al alcance del público, como debería haber sido siempre.
La lucha por la libertad de expresión, por la privacidad y por la exposición de la irrelevancia de los gobiernos comenzó hace mucho tiempo. Ahora depende de ti.